Rosario Fernández García – Ingeniera de Telecomunicación, https://www.linkedin.com/in/rosario-f-2a048728/
Me gustaría en esta tribuna a la que me han dado la oportunidad de acceder, lo cual aprecio y agradezco, dedicar unas líneas, totalmente personales, subjetivas, a algunas temáticas que encuentro de máxima actualidad y que además se encuentran claramente relacionadas con nuestra profesión. Presentar unas breves reflexiones sobre cómo el desarrollo tecnológico, en todas sus expresiones, ha permitido a la humanidad evolucionar y hacer un mejor un uso de los recursos a su alrededor hasta colocar a las personas en niveles de bienestar siempre crecientes, sin olvidar que lamentablemente nada es infinito y que deberíamos ser capaces como colectivo de emplearnos en enfocar nuestras actividades no solo en conseguir más, sino también en conseguirlo mejor.
La tecnología como es sabido es considerada un driver de desarrollo indiscutible, ha marcado el factor diferenciador entre los pueblos y sociedades a lo largo de la historia y representado en múltiples ocasiones la clave en las pugnas por territorios y recursos. Querría destacar, como han hecho alguno de mis antecesores en este foro, el rol especial de las comunicaciones, sobre las que desde hace algún tiempo vienen discurriendo variados e importantes aspectos de nuestras vidas, tanto laborales como personales. En la actualidad, con la digitalización de contenidos y procedimientos, las comunicaciones han pasado a ser un pilar fundamental de nuestra sociedad. Tanto es así que se han convertido en un nuevo dominio de confrontación y en una capacidad a controlar, incluso a denegar al adversario, como medio de someterlo cuando no de eliminarlo de su entorno.
Es en ese aspecto fundamental donde nosotros los ingenieros de telecomunicación desempeñamos nuestra profesión, dotada de múltiples y valiosas capacidades. Entre las que me vienen ahora a la mente se encuentran el diseño y el desarrollo electrónico, la programación de componentes, máquinas y sistemas, el diseño e implementación de las redes de información, el aprovechamiento del espectro radioeléctrico y los otros medios de propagación en los que se apoyan las comunicaciones… es posible que me olvide alguna más. Siempre me enorgullecen los avances que proporciona nuestra profesión aportando nuevos sistemas, con anchos de banda siempre mayores y eficiencias también crecientes. Las ingeniosas modulaciones de la señal, las complejas estructuras de información sobre las que descansan las transmisiones, el dominio de las ondas electromagnéticas y su comportamiento en los medios de propagación y en las estructuras de emisión/recepción. Son aspectos clave que quedan alejados del usuario final y su entendimiento, como lo están también los mecanismos a los que denominamos inteligencia artificial, que se imponen cada día con mayor peso en variados aspectos de nuestra vida sin, por el momento, los requeridos contornos limitadores de potenciales efectos indeseados.
En este punto querría incluir aquí una mención a la Sostenibilidad, a la que se alude hasta la saciedad en multitud de foros, aunque sin apreciarse un apoyo definitivo, incuestionado y general en nuestro entorno. El diccionario de la Real Academia Española define la cualidad de “sostenible” en relación con “la satisfacción de las necesidades actuales sin agotar los recursos o causar graves daños al medio ambiente”. También presenta como sinónimos las palabras “defendible” y “razonable”, a las que me parece acertado aludir en relación con el desarrollo y uso de la tecnología en un plano más general. No podemos olvidar que todas las ramas del conocimiento y la ingeniería contribuyen con avances fundamentales en temas de energía, comunicaciones, agricultura, transporte o salud, por citar solo unos pocos y pueden otorgar la necesaria importancia al criterio de la sostenibilidad. También los gobiernos de los diferentes niveles de la Administración pueden enfocar su operativa a maximizar ese criterio. La propia Comisión Europea apuesta por la sostenibilidad y viene generando normativa para articular un buen funcionamiento. Se espera que en 2024 el foco se coloque en la implementación de los mecanismos que proporcionen información de calidad, entendemos que para desarrollar actividades más amigables con el entorno.
Así, llegados a este punto, me gustaría concluir que parece necesario en este momento centrarse en conseguir no solo mayores cotas de desarrollo, sino en obtenerlas atendiendo a nuevos criterios, evitando perjudicar al entorno de manera irreversible, cuando no intentando mitigar en lo posible los daños causados hasta el momento. Está en juego nuestro medio ambiente, que como es sabido, constituye nuestro legado para generaciones posteriores. Europa sin duda es una de las zonas del mundo que otorga más importancia a la protección de los derechos de las personas y puede actuar ahora como punta de lanza en garantizar la sostenibilidad de nuestras acciones. Nuestra contribución como profesionales técnicos puede ser la generación y la aplicación de la tecnología de manera alineada con ese criterio, sacando partido de nuestras capacidades para implementar sistemas sostenibles en un mundo en que es imposible negar que se estén produciendo cambios cuyos efectos es necesario manejar cuando no mitigar.